Corredor Biológico en el Caribe impulsa iniciativas en Cuba
27 de noviembre de 2013

El Corredor Biológico en el Caribe echó a andar en el 2007 con el auspicio de los ministerios del Medio Ambiente de Cuba, Haití y República Dominicana para preservar su valioso patrimonio natural y está abierto a las restantes islas de la región ante los retos del cambio climático.

Publicado por la Agencia Prensa Latina, vía Google Noticias

Santiago de Cuba, 27 de noviembre (PL).- El proyecto piloto de Baitiquirí, en la provincia oriental de Guantánamo, avanza en su primera etapa como parte del Corredor Biológico en el Caribe (CBC), informaron fuentes de esa iniciativa regional y de cooperación sur-sur.

En declaraciones a Prensa Latina, representantes del CBC agregaron que el Centro de Aplicaciones Tecnológicas para el Desarrollo Sostenible encabeza las acciones en esa semi-desértica franja costera, con la reforestación de más de cinco hectáreas mediante árboles maderables y frutales.

La generación de empleos, uno de los propósitos del Corredor en su estrategia de mejoramiento económico y social de las comunidades en función sustentable, ha sido otro de los objetivos con el beneficio a 23 familias, cuyos integrantes trabajan en la recogida de frutos del Arbol del Neem.

También se desarrollan Talleres de educación ambiental y manejo de recursos naturales en una zona caracterizada por el alto endemismo y una notable diversidad biológica, con una topografía montañosa y bañada por el mar Caribe, en el municipio de San Antonio del Sur.

El otro asentamiento seleccionado en el oriente cubano para impulsar este empeño ecológico es Sigua, en la Reserva de la Biosfera Baconao, del territorio santiaguero, que limita con el Caribe y su localidad Verraco, foco del proyecto, está en la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural El Retiro.

El Corredor Biológico en el Caribe echó a andar en el 2007 con el auspicio de los ministerios del Medio Ambiente de Cuba, Haití y República Dominicana para preservar su valioso patrimonio natural y está abierto a las restantes islas de la región ante los retos del cambio climático.

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Unión Europea lideran también este esfuerzo de conservación que tiene presente la vulnerabilidad insular ante los actuales desafíos planteados por la naturaleza.